YIN-YANG Project (Youth Inclusion through Yoga Actions Network Growth)
Por Roberto Maffeo, traducción de Jessica García
YIN-YANG es un proyecto financiado por el programa Erasmus+ KA2 Sport de la Comunidad Europea, dirigido a chicos y chicas con desventajas sociales, posible pobreza educativa y falta de oportunidades. La idea del proyecto surgió del convencimiento de que algunos aspectos del yoga moderno y contemporáneo pueden ofrecer herramientas y estrategias que puedan ayudar a estos chicos/as a encontrar en sí mismos los recursos necesarios para reconocer sus emociones sin sufrirlas pasivamente sino transformándolas en algo útil, así como sentirse mejor consigo mismos y con los demás.
El objetivo del proyecto ha sido desarrollar un método que los profesores de yoga puedan reproducir en cualquier lugar con grupos de jóvenes, con una guía interactiva en línea en una plataforma de fácil uso (https://yin-yang-project.eu/). El método no se basa únicamente en el conocimiento yóguico, sino que es el resultado de un diálogo multidisciplinario entre diferentes habilidades psicopedagógicas, sociológicas y didácticas. Esto fue posible gracias a la participación en el proyecto de cuatro entidades con diferentes conocimientos y especificidades profesionales:
Escuela de yoga con vocación psicopedagógica que desde hace años colabora con autoridades locales y escuelas de la zona para apoyar a los docentes en su difícil tarea de formar a jóvenes cada vez más desmotivados para estudiar y socialmente frágiles con familias disfuncionales.
Organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es hacer que la disciplina del yoga sea inclusiva y accesible para todos, especialmente para los colectivos más vulnerables, llevando a cabo proyectos, incluidos internacionales, dirigidos a personas con discapacidad y familias con dificultades sociales.
Asociación sin fines de lucro multicultural e inclusiva que se dirige sobre todo a los jóvenes marginados, económica y socialmente desfavorecidos, a quienes busca ofrecerles una vida de permanente aprendizaje, concienciación y promoción de la autoestima.
Asociación voluntaria que propone e implementa proyectos de cooperación en los campos de la educación, la cultura, la ciudadanía activa y el deporte, en particular en la lucha contra el uso de esteroides y drogas en el entorno competitivo, buscando promover una sana cultura deportiva juvenil.
El proyecto experimental se lanzó en Bolonia en una primera reunión presencial entre las diferentes entidades del proyecto en junio de 2022 y concluyó en noviembre de 2023 con una conferencia en Lisboa, precedida de una verificación intermedia de los primeros resultados en febrero de 2023 en Barcelona. Durante el transcurso del proyecto participaron jóvenes, educadores y profesores de yoga de los territorios de las ciudades europeas antes mencionadas, mientras que Europe For You en Praga tuvo la tarea de preparar la guía online.
En la primera parte del proyecto quisimos comprobar si ya existían caminos similares en Europa y descubrimos que este proyecto es innovador. De hecho, existen experiencias interesantes que utilizan el yoga para ayudar a los jóvenes a afrontar determinados problemas como la falta de concentración y la tendencia a agotarse ante las experiencias; pero también la dificultad de mantener un equilibrio emocional ante una hiperestimulación constante ligada a altas exigencias sociales produce ansiedad de desempeño. Incluso el yoga actual y cada vez más presente en las instituciones educativas es, en última instancia, un intento de mejorar el rendimiento escolar más que de ayudar a los alumnos a gestionar sus estados de ansiedad de forma independiente.
Según los últimos datos de Eurostat, la población joven en Europa entre 16 y 19 años es del 5,2%. De ellos, el 53,4 % de chicos y chicas tienen una percepción media de su calidad de vida. Esta es la edad en la que pensamos que los jóvenes deberían disfrutar de su vida: tiempo, energía, oportunidades… pero la realidad es que esta etapa de la vida trae consigo preocupaciones, inseguridad, presión social y otros factores que dificultan que las personas tengan una sensación de completo bienestar.
Precisamente sobre este tema, es importante señalar que el 15,1 por ciento de los jóvenes entre 16 y 19 años fuman habitualmente, el 30,1 por ciento no realiza ningún tipo de actividad física y, por último, la exposición continua a dispositivos digitales aumenta de forma preocupante el riesgo de sedentarismo.
Existe una percepción muy arraigada de que el mundo adulto sabe poco sobre los adolescentes, lo que hace que no sepamos cuáles son las mejores estrategias para acompañarlos en su vida, pero también es cierto que quienes tratan profesionalmente con jóvenes, como los educadores que trabajan estrechamente con los adolescentes y que están capacitados con muchos recursos para acercarse a ellos, tratan de brindarles los elementos para el cambio que necesitan. Por ello, hemos querido escuchar, en la fase inicial del proyecto, su opinión sobre cuáles consideran que son las actividades más adecuadas para conseguir este objetivo. Con este objetivo, se distribuyó un cuestionario específico a los educadores y profesores de los jóvenes implicados en el proyecto, que aportó la siguiente información:
Nuevamente, de los datos del cuestionario encontramos que el 75% de los educadores responden que la atención individualizada a cada joven es una de las claves estratégicas del proceso. El 75% afirma también que ofrecen actividades de ocio con el objetivo de transformar la actitud ante la vida de estos jóvenes, algo importante y acorde con los objetivos de nuestro proyecto. Sólo el 12,5% de los encuestados dijo que el yoga y la meditación eran parte de las actividades propuestas, pero nada menos que el 83,3% estaba dispuesto a ofrecerlo a través de nuestro proyecto.
La confrontación multidisciplinaria nos permitió centrarnos en ciertos elementos de la práctica del yoga en relación con las dificultades psicológicas de los jóvenes identificadas en la literatura actual: el dinamismo de la práctica del yoga, el trabajo en grupo para estimular la relación colaborativa, el trabajo de respiración para ganar conciencia, la meditación y la concentración, el encuentro con estados emocionales primarios como la ira y el miedo, y por último, pero no menos importante, la discusión filosófica sobre temas como la resolución no violenta de conflictos, el respeto al otro, la limitación, la frustración. Estos elementos nos han permitido identificar un itinerario formativo dedicado a los jóvenes que consta de 10 unidades didácticas de una hora y media cada una, cada una de las cuales está guiada por una palabra clave que representa un estado emocional particular o un factor de malestar presente en los jóvenes: encuentro con el otro, confiar en el otro, el silencio, escuchar sin juzgar, gestionar la incertidumbre, buscar el equilibrio. Pero también escuchar y reconocer la ira, el miedo, la alegría y la compasión. En el curso participaron 468 chicos y chicas italianos, españoles y portugueses durante el mismo período de tiempo. La edad promedio de los participantes estuvo entre 12 y 18 años, pertenecientes a familias con diferentes niveles de pobreza: económica, educativa y cultural.
Cada unidad didáctica se estructuró en la siguiente secuencia: establecimiento de reglas durante la clase, sesión corta de Pranayama (escucha consciente de la respiración), actividad física dinámica de posturas de yoga (asanas), sesión corta de meditación, relajación y conclusión mediante un intercambio verbal de la experiencia. El objetivo principal de todo el curso, como se indicó anteriormente, siempre fue verificar cómo el yoga también puede influir positivamente en la gestión de las emociones; de hecho, la palabra clave específica de cada unidad determinó la selección de la secuencia de asanas, pranayama y técnicas de meditación propuestas, basándose en sus diferentes efectos conocidos sobre el sistema nervioso autónomo parasimpático.
La experimentación involucró también a los educadores de los jóvenes, ya que comprendimos desde el principio la importancia de que los profesionales de la educación tengan experiencias similares a las de los jóvenes. Como demostró claramente el proyecto, para involucrar a los chicos es necesario el interés, pero también la mera curiosidad por el yoga. Los educadores siguen siendo los principales promotores de esta experiencia, porque los jóvenes todavía ven el yoga como algo aburrido y cosa de mayores, manteniendo un enfoque todavía prejuicioso. Por ello, se diseñó e implementó un curso de 8 lecciones para 141 educadores, muy similar en estructura y contenidos al que se ofreció a los jóvenes.
La larga discusión entre las entidades participantes del proyecto llevó a la decisión de utilizar un método de recopilación de datos sin evaluación que no solo podría proporcionar los datos necesarios para el proyecto sino que también ofrecería la oportunidad a los propios jóvenes de reflexionar sobre sus experiencias con el curso propuesto. El método de verificación aplicado fue el siguiente: se pidió a los alumnos que escribieran en un post-it su estado de ánimo antes de la lección y, al final de la lección, que marcaran detrás del mismo post-it su nuevo estado de ánimo. Luego se les pidió que escribieran en otro post-it lo que se llevaban y lo que dejarían atrás. Finalmente, se les entregó un cuestionario al final de todo el curso.
Del control no evaluado, la mayoría de los niños y niñas manifestaron emociones negativas al inicio de la clase, sólo el 30% mostró entusiasmo y curiosidad. Esto significa que el 69% se sintió agotado, estresado, aburrido, frustrado y otras emociones negativas similares. El resultado, como se muestra en el gráfico, que los alumnos reportan después de la clase es muy claro: el 91% de los participantes reportan sentimientos y emociones positivas como felicidad, entusiasmo, sentirse relajado, tranquilo y otros estados de ánimo positivos. Sólo el 6% reporta estados de ánimo negativos, mientras que el 3% no experimenta ningún cambio obvio. Esto significa que la experiencia a través de las técnicas tomadas del yoga cambió positivamente el estado de ánimo del 63% de los jóvenes. En nuestra opinión, estos resultados nos dicen cómo la práctica del yoga puede conseguir resultados importantes en poco tiempo.
El resumen de los datos del cuestionario al final del curso muestra que: el 59% de los jóvenes se sienten diferentes, reportan cambios positivos como mayor calma y relajación, afirman tener mayor capacidad para controlar su respiración y mayor capacidad para concentrarse y controlar sus emociones. El 48% respondió que también le gustaría practicar yoga en el futuro, mostrando interés en la práctica, el 24% se mostró confiado en practicarlo en el futuro mientras que el 28% se mantuvo crítico y desinteresado.
Al igual que los jóvenes, los educadores también refieren sentimientos principalmente negativos antes de la clase de yoga: 32% ansiedad y estrés, 26% fatiga y falta de energía, y 14% otras emociones negativas; sólo el 28% se siente bien. Al final de cada clase, un promedio del 72% reporta estados de ánimo positivos, de estos el 40% enfatiza sentirse relajado, el 14% calma, el 14% buena energía, el 6% mayor concentración y el resto otros sentimientos positivos. Sólo el 3% afirmó que no tuvieron ningún efecto. Se puede decir, por tanto, que la práctica del yoga tuvo un efecto inmediato y directo en una mejora del bienestar individual, contribuyendo significativamente a una disminución de los sentimientos negativos asociados al campo de la educación, sus exigencias y desafíos.
Los educadores también recibieron un cuestionario final sobre todo el curso, que arrojó los siguientes resultados. Los momentos favoritos fueron los de la respiración consciente pero también el trabajo de confianza con el otro. Sin embargo, lo que realmente destacó para los educadores fueron los momentos dedicados a la relajación, si bien las mayores dificultades se encontraron en la meditación, donde se requería más concentración y, para aquellos que eran un poco menos flexibles, algunas posiciones físicas resultaron difíciles. Al final del cuestionario, nada menos que el 71,4% de los participantes dijeron que les gustaría practicar yoga en el futuro, el 21,4% dijo que sentían la necesidad de practicar yoga, mostrando interés en la práctica, y sólo 1 persona dijo que nunca lo haría. Finalmente, preguntamos a los educadores si creen que la práctica del yoga puede ser útil tanto para ellos como para los jóvenes, y la respuesta fue muy clara: hasta el 86% respondió ‘sí’ y el 14% respondió ‘tal vez’, mientras que nadie, pero nadie, respondió ‘no’. Todos los participantes informaron de la importancia de la actividad para el bienestar físico y mental, el control emocional y la relajación, tanto para los educadores como para los jóvenes, y cómo el yoga puede aumentar el bienestar de toda la comunidad escolar.
Sabemos que el yoga trae beneficios a nivel físico, mental y emocional, a través del control de la respiración, el control mental con la meditación y a través de ejercicios físicos que aumentan la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio, todo lo cual puede reducir consistentemente los estados de ansiedad y estrés. En una sociedad contemporánea donde se reconoce que existe un nivel de estrés permanente debido a una sobreestimulación y un sistema muy exigente, la práctica del yoga puede resultar una excelente herramienta. Esto también es muy evidente para los jóvenes, especialmente aquellos que viven en condiciones sociales desfavorecidas y con menos oportunidades socioeconómicas.
Pero precisamente este tipo de jóvenes, por diversos motivos, tiene fuertes prejuicios sobre el yoga, al considerarlo estático y esotérico, y estando acostumbrados a la sobreestimulación digital y sus gratificaciones inmediatas, les cuesta encontrarse con esta disciplina. Sin embargo, hemos visto a través de nuestro proyecto que si podemos superar esta resistencia, una vez que los jóvenes prueban el yoga en la práctica, inmediatamente se dan cuenta de los efectos positivos, reportando altos niveles de satisfacción e incluso efectos positivos después de clase.
Los resultados de nuestro proyecto nos sugieren que el yoga podría formar parte del currículum escolar, ya que podría convertirse en una buena herramienta para ayudar a los jóvenes a desarrollar un mayor control emocional, tener una mayor capacidad para formar relaciones positivas con sus compañeros y ser capaces de mantener mayores estados de concentración. Los mismos resultados se encontraron entre los educadores, sus respuestas en relación al nivel de bienestar alcanzado después de tan solo una clase de yoga, bajando drásticamente los niveles de ansiedad y presión debido a su contexto profesional, sugieren que el yoga debería introducirse plenamente en el sistema escolar. Reducir el estrés entre el personal educativo también significa contrarrestar los niveles de agotamiento, lo que tiene un impacto positivo en toda la comunidad. Creemos firmemente que introduciendo sistemáticamente el yoga en las escuelas y en diversas organizaciones dedicadas a los jóvenes, se pueden sentar las bases de un estilo de vida más atento al individuo y a su bienestar psicofísico.
Para facilitar este ambicioso objetivo, hemos creado una guía interactiva en línea que contiene todo lo necesario para permitir que un profesor de yoga, en cualquier parte del mundo, experimente las clases de yoga para jóvenes con las mismas intenciones y objetivos que nosotros. La guía contiene directrices del proyecto, herramientas y formas de desarrollar múltiples clases de yoga para los jóvenes, especialmente aquellos con menos oportunidades, y sus educadores.
La guía fue probada con 20 profesores de yoga a quienes se les brindó un curso gratuito de un día completo para adquirir las habilidades necesarias para reproducir las clases en sus propios contextos. La guía no sólo facilita la creación de itinerarios eficaces con los jóvenes, sino también la creación de nuevos itinerarios que puedan adaptarse según las necesidades y requisitos de los contextos en los que se aplican. Creemos que esta flexibilidad de la guía es una gran ventaja porque le permite seguir siendo eficaz en otros territorios y contextos sociales, sin perder sus metas y objetivos inherentes.
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