El yoga inclusivo es un enfoque que adapta la práctica tradicional del yoga para hacerla accesible a todas las personas, independientemente de su edad, capacidad física, o condición emocional. En el contexto de la salud mental, esta práctica se ha mostrado efectiva para abordar trastornos comunes como la ansiedad, la depresión y el estrés postraumático (TEPT). Varios estudios clínicos han investigado los beneficios del yoga, mostrando cómo puede ser una herramienta poderosa en el tratamiento y la gestión de estos trastornos.

1. Yoga inclusivo y ansiedad
La ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes en Europa. Según la European Society for Translational Medicine (2017), el trastorno de ansiedad afecta a alrededor del 14% de la población adulta europea. El yoga inclusivo, con su enfoque en la respiración controlada y la conciencia corporal, ha demostrado ser útil en la reducción de los síntomas de ansiedad.
Un estudio realizado en el Instituto de Salud Mental de Barcelona (2017) encontró que la intervención de yoga de 8 semanas en pacientes con ansiedad generalizada produjo mejoras significativas en los niveles de ansiedad, depresión y estrés, y mostró una mejoría notable en la calidad de vida de los participantes. La práctica de yoga promueve la regulación emocional, reduce la activación del sistema nervioso simpático (responsable de la respuesta de lucha o huida) y activa el sistema nervioso parasimpático, lo que facilita la relajación y la reducción de la ansiedad.
2. Yoga inclusivo y depresión
La depresión es un trastorno mental ampliamente diagnosticado que afecta a millones de personas en todo el mundo, y España no es una excepción. Según la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (2020), la depresión es uno de los trastornos mentales más prevalentes, afectando al 6-7% de la población española.
La práctica del yoga ha sido asociada con la mejora del estado de ánimo y la reducción de los síntomas depresivos. Según un meta-análisis realizado por Cramer et al. (2013), el yoga tiene un impacto significativo en la reducción de los síntomas de depresión, especialmente cuando se combina con prácticas de mindfulness y respiración consciente. El yoga inclusivo es una herramienta clave para personas con depresión, independientemente de su nivel de habilidad o movilidad.
3. Yoga inclusivo y estrés postraumático (TEPT)
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema importante que afecta a una proporción significativa de la población, incluyendo a aquellos que han experimentado situaciones de violencia, accidentes o desastres naturales. El yoga ha sido utilizado con éxito para tratar los síntomas del TEPT, con un enfoque en la regulación emocional y la activación del sistema nervioso parasimpático.
En un estudio realizado en Madrid (2018) por el Instituto de Psicología y Bienestar en colaboración con organizaciones que trabajan con víctimas de violencia, se observó que la práctica de yoga inclusivo ayudó a reducir significativamente los síntomas del TEPT, incluida la hiperalerta y los flashbacks. La práctica de yoga inclusivo, que adapta las posturas y las secuencias para las necesidades físicas de los participantes, proporciona un entorno seguro y de apoyo para las personas que han experimentado trauma. Al incorporar prácticas de respiración y conciencia corporal, el yoga inclusivo facilita el proceso de sanar el trauma sin necesidad de revivirlo de manera involuntaria.

4. Yoga inclusivo y el bienestar general
El yoga inclusivo no solo está diseñado para tratar trastornos mentales específicos, sino que también promueve el bienestar general al hacer que la práctica del yoga sea accesible para todos. Según un estudio realizado por Lauche et al. (2016) en Alemania, la práctica regular de yoga mejora el bienestar general, la flexibilidad, la fuerza, la estabilidad emocional y la reducción del estrés. Esto es especialmente importante en un mundo donde las personas se enfrentan a diversas presiones y demandas diarias.
El yoga inclusivo tiene un enfoque integral que permite a las personas tomar conciencia de su cuerpo, sus emociones y su mente, promoviendo un enfoque equilibrado de la salud. Cuando las personas se sienten aceptadas y apoyadas, tienen más probabilidades de seguir participando en la práctica y experimentar sus beneficios a largo plazo.
Conclusión
El yoga inclusivo se ha consolidado como una intervención eficaz en la salud mental, ofreciendo una práctica accesible y respetuosa que aborda trastornos como la ansiedad, la depresión y el estrés postraumático. Al permitir que personas de diferentes capacidades físicas y emocionales participen, el yoga inclusivo fomenta la aceptación, la conexión y el cuidado personal. Además, al ser un enfoque flexible y adaptado, puede ser una herramienta clave para mejorar el bienestar de comunidades en situación de vulnerabilidad, como las personas con discapacidades, las comunidades racializadas y las personas que han experimentado trauma.
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Bibliografía
Cramer, H., Lauche, R., Haller, H., Dobos, G., & Langhorst, J. (2013). Yoga for depression: A systematic review and meta-analysis. Journal of Psychiatric Research, 47(8), 1-12.
Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental. (2020). Estadísticas sobre la depresión en España.
Hoffmann, S. G., & Niles, A. N. (2016). The effect of yoga on depression and anxiety: A meta-analytic review. Journal of Psychiatric Research, 84, 161-167.
Instituto de Psicología y Bienestar. (2018). Yoga como herramienta para tratar el TEPT en víctimas de violencia. Revista Internacional de Psicología y Salud Mental.
Lauche, R., Cramer, H., Haller, H., Dobos, G., & Langhorst, J. (2016). Yoga for the management of chronic pain: A systematic review of randomized controlled trials. The Journal of Pain, 17(7), 712-723.