La OMS define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad.» A pesar de ello, solemos percibirla como polos opuestos. O estamos sanos o estamos enfermos. Pero ¿y si la salud estuviera más relacionada con la capacidad de funcionar que con la enfermedad y la muerte?
Este paradigma no es nuevo, pero la evidencia científica lo ha vuelto a poner de relieve. El McKinsey Health Institute, una institución pionera a nivel mundial en temas de salud, señala que la salud está constituida por cuatro aspectos básicos, la salud física, mental, social y espiritual: todos igualmente importantes y profundamente interconectadas.
La salud así entendida es un concepto dinámico, integrativo y multifactorial que está continuamente reequilibrándose. Podemos tener un cuerpo fuerte y saludable, pero quizás nuestras mentes se encuentran agotadas por el estrés. O quizás estemos físicamente más débiles pero, por el contrario, gocemos de gran paz mental y nos sintamos muy conectados espiritualmente. Desde este enfoque mucho más amplio la salud engloba aspectos tan relevantes para un óptimo funcionamiento vital como la capacidad de gestionar las adversidades de la vida, de crear y sostener relaciones significativas, de construir un sentido de agencia, de desarrollar la positividad y tener un propósito, estimular la fuerza, la memoria y tener la agilidad necesaria para solucionar problemas.
Una encuesta sobre salud realizada por McKinsey Health Institute en 2022 (1) reveló cómo las personas valoramos la salud en términos físicos, mentales, sociales y espirituales, más allá de la simple ausencia de enfermedad.
Estos resultados presentan dos hipótesis prometedoras que merecen un estudio más detallado. En primer lugar, indican que las personas no necesariamente se ven limitadas o definidas por sus condiciones médicas. Por ejemplo, una persona con una enfermedad crónica puede seguir desarrollando una carrera profesional exitosa y disfrutar de sus relaciones personales sin permitir que la enfermedad domine su identidad. En segundo lugar, señala cómo muchas personas viven conforme aquello que les resulta significativo, independientemente de su estado de salud. Sería en caso de alguien con dolor crónico que, en lugar de centrarse en el malestar físico, decide dedicar su tiempo a proyectos artísticos o actividades que le proporcionan satisfacción y propósito, priorizando aquello que da sentido a su vida.
Yoga y Salud Integral
En este enfoque de la salud, la filosofía del yoga juega un papel esencial: la aceptación de que la salud es dinámica, no estática, y que lo importante no es buscar evitar la enfermedad, sino aprender a vivir en equilibrio.
El yoga nos invita a ver el cuerpo, la mente y el espíritu como partes inseparables de nuestra identidad. Cuando una de estas áreas sufre, inevitablemente afecta a las demás. Hace tiempo que la evidencia científica valida esta idea. Hay investigaciones, por ejemplo, que demuestran cómo el estrés crónico puede manifestarse en dolencias físicas, contribuyendo a problemas como la hipertensión, los trastornos digestivos o el insomnio. Del mismo modo, las tensiones físicas prolongadas, como el sedentarismo o las malas posturas, pueden conllevar desequilibrios emocionales y mentales.
El yoga, a través de su enfoque holístico, nos ofrece una metodología pararestaurar y estimular ese equilibrio perdido. Las posturas o asanas, fortalecen y estiran el cuerpo, ayudando a liberar tensiones físicas que a menudo están relacionadas con el estrés emocional. La respiración consciente o pranayama, regula el sistema nervioso, promoviendo una sensación de calma en el organismo que alivia los efectos negativos del estrés y el sufrimiento. Y la meditación nos ayuda a tomar distancia de los pensamientos y emociones que nos abruman, creando un espacio de paz e íntima interiorización.
El Yoga como prevención
Una de las mayores bondades del yoga es su capacidad para prevenir y restaurar. La práctica regular permite mantener el cuerpo y la mente en estadosóptimos. A través de las posiciones mantenemos el cuerpo flexible y fuerte, evitando los nocivos efectos del sedentarismo. La gran variedad de posturastonifica todos los grupos musculares, transmitiendo a nuestro cerebro mensajesde vitalidad. La intercepción, o conciencia corporal, facilita la detección deseñales tempranas tanto físicas como emocionales que ayudan a crear estrategias de cambio que pueden evitar problemas mayores.
A nivel restaurativo, el yoga ofrece alternativas para aquellas personas que lidian con distintas enfermedades o dolencias. La práctica suave y consciente se demuestra efectiva para manejar el dolor crónico, fortalecer el cuerpo e incrementar el rango de movimiento, promover la aceptación, desarrollar el sentido de agencia y proporcionar una reinterpretación positiva y significativa del propio proceso. En tratamientos oncológicos, ayuda a las personas a reducir los efectos secundarios, mejorar los síntomas e incrementar el bienestar y calidad de vida. Por ello se ofrece y recomienda en los mejores hospitales del mundo.
En resumen, la salud y la enfermedad no son opuestos, sino aspectos que constantemente dialogan en un mismo proceso continuo. El verdadero bienestar no reside en la perfección, sino en el equilibrio, y el yoga nos proporciona las herramientas necesarias para cultivarlo. A medida que nos alejamos de un enfoque estrictamente físico de la salud y adoptamos una perspectiva integral, podemos empezar a reconocer que cada área de nuestra vida—mental, física y espiritual—requiere cuidado y atención. Porque la salud no es un destino fijo, sino un viaje constante, y el yoga puede ser nuestra brújula.
REFERENCIAS
1.European Society of Cardiology. (2014). Yoga has the same potential as exercise to reduce the risk factors of cardiovascular disease. European Society of Cardiology. https://www.escardio.org/The-ESC/Press-Office/Press-releases/Yoga-has-the-same-potential-as-exercise-to- reduce-the-risk-factors-of-cardiovas
2. World Health Organization. (2014). Documentos básicos. Organización Mundial de la Salud.
3. McKinsey & Company. (2022). En la enfermedad y en la salud: ¿Cómo se percibe la salud en todo el mundo?. McKinsey & Company. https://www.mckinsey.com/featured-insights/destacados/en- la-enfermedad-y-en-la salud-como-se-percibe-la-salud-en-todo-el- mundo/es
4. Martínez-Calderon, J., Casuso-Holgado, M. J., Muñoz-Fernandez, M. J., Garcia-Muñoz, C., & Heredia-Rizo, A. M. (2023). Yoga-based interventions may reduce anxiety symptoms in anxiety disorders and depression symptoms in depressive disorders: A systematic review with meta-analysis and meta-regression. British Journal of Sports Medicine, 57(22), 1442–1448. https://doi.org/10.1136/bjsports-2022-10649