Por Maria José Muñoz Muñoz
Maria José, alumna de Yoga Sin Fronteras y miembro del Campus Yoga y Salud, nos comparte su experiencia y conocimiento sobre cómo el yoga puede influir positivamente en personas diagnosticadas con epilepsia. ella misma sufrió algunas crisis años atrás y conoce en su entorno cercano personas que la sufren y le muestran lo complejo de la enfermedad.
Actualmente, el tratamiento integral de la epilepsia empieza a valorar el deporte como complemento al tratamiento del neurólogo, y el yoga nos puede aportar aquí mucho a distintos niveles. Esta noticia de salud sobre un experimento científico realizado en la India nos habla de ello:
A continuación comparto mi reflexión personal en base a mi propia experiencia atravesando periodos de estrés, depresión y ansiedad:
¿En qué puede ayudar una práctica de yoga adecuada a la epilepsia?
En la epilepsia unos fármacos actúan inhibiendo la transmisión excitatoria y otros aumentando la transmisión
inhibitoria, de manera que se evite la prolongación de una descarga neuronal sincrónica por áreas adyacentes del
cerebro (crisis). El principal neurotransmisor inhibitorio es GABA. Existen estudios que demuestran que el yoga aumenta GABA. Estos estudios demostraron que el yoga, comparado con otros ejercicios equivalentes en su gasto metabólico, lograba incrementarlo más, consiguiendo que sus practicantes redujeran sus niveles de ansiedad y gozarán de un estado anímico más positivo que con un simple ejercicio. (estudio)
El estimulador del nervio vago es un dispositivo que induce el aumento de GABA reduciendo el número de crisis.
Por lo tanto pienso que, algunas (no todas) prácticas de yoga pueden ser un buen ejercicio complementario al
tratamiento de epilepsia, siempre supervisado por el neurólogo. La #ILAE Liga Internacional Contra la Epilepsia realizó una clasificación de deportes en un estudio del Grupo de Trabajo de Deporte y Epilepsia en 2016 (estudio) clasificando cada deporte en grupos según su riesgo. El yoga, junto a baile, aerobic y pilates está incluido en el grupo que se pueden practicar.
Tambien considero importante tener en cuenta qué práctica de yoga es más recomendable teniendo en cuenta los
ejercicios respiratorios que pueden ayudar a reducir la frecuencia y gravedad de convulsiones y las asanas o
posturas que ayuden a estimular directa o indirectamente el nervio vago. El umbral de excitabilidad neuronal es muy sensible a la concentración de CO2 en los tejidos nerviosos. La hiperventilación y la consiguiente reducción de CO2 en el cerebro producen que las neuronas actúen de manera espontánea y asincrónica. La hiperventilación puede provocar convulsiones. Por lo tanto, es importante adoptar respiración nasal a tiempo completo. Respirar suave, lenta y profundamente a través de una respiración diafragmática.
El nervio vago inerva una gran variedad de órganos. La variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) revela el tono
vagal. La reducción del tono vagal está relacionada con una menor actividad parasimpática. Las personas con
epilepsia, especialmente aquellas que tienen un control convulsivo deficiente, muestran un tono vagal más bajo. El
desencadenante convulsivo que las personas epilépticas más citan es el estrés.
La respiración diafragmática puede reducir de manera directa los niveles de cortisol. Un estudio sobre la técnica respiratoria Nadi Shodhana, alternando ambas fosas nasales, evaluó el equilibrio de los hemisferios cerebrales a través de un EEG. Se demostró que esta técnica respiratoria permite estimular la mente manteniendo la calma y la lucidez pues genera una mayor cantidad de ondas alfa y beta. A mí me ayuda mucho esta técnica.
La evidencia actual y la exeriencia personal sugieren que las técnicas de respiración diafragmática y ciertos ejercicios suaves como yoga restaurativo, terapéutico u otros estilos similares pueden ayudar mucho a personas con epilepsia.