Vivimos en una sociedad que pide demasiado a los niños. Desde edades tempranas se les exige rendimiento, disciplina y resultados, pero pocas veces se les enseña a parar, a respirar y a gestionar lo que sienten. En este contexto, el yoga se convierte en una herramienta valiosa, no solo para mejorar su salud física, sino también para acompañarlos en su desarrollo emocional y mental.

El yoga en niños no es solo cuestión de estiramientos y posturas. Es una herramienta de autorregulación. Les ayuda a moverse con libertad, sin comparaciones ni exigencias, y les ofrece un espacio seguro donde pueden conectar con su cuerpo y con lo que sienten.
Los estudios respaldan sus beneficios. Investigaciones como la de Butzer et al. (2016) muestran que el yoga en entornos escolares mejora la concentración, reduce el estrés y aumenta el bienestar general de los niños. Además, un metaanálisis publicado en Frontiers in Psychiatry (Gothe et al., 2019) confirma que la práctica regular de yoga mejora la memoria y la regulación emocional, ayudando a los niños a responder mejor a los desafíos cotidianos.
A nivel físico, el yoga:
✅ Mejora la postura y el equilibrio.
✅ Fomenta la conciencia corporal.
✅ Aumenta la coordinación motora.
A nivel mental y emocional:
✅ Reduce la ansiedad y el estrés.
✅ Mejora la capacidad de atención y aprendizaje.
✅ Potencia la autoestima y la confianza.
Pero lo más importante es que les ayuda a conocerse y a desarrollar herramientas para gestionar lo que sienten.
El yoga para niños no es como el de los adultos: ¡hay que jugar!
El error más común al enseñar yoga a niños es tratar de hacerlo como en una clase de adultos. Un niño no va a quedarse quieto en una postura durante minutos ni a escuchar una meditación guiada de 15 minutos. Para que funcione, el yoga en la infancia debe ser divertido, dinámico y creativo.
Jugar es su forma de aprender. Si el yoga se convierte en una aventura, en una historia o en un juego, lo disfrutarán y absorberán sus beneficios sin esfuerzo. Algunas ideas para que el yoga sea atractivo para los niños:
1. Yoga de los animales 🐘🦁🐸
Los niños adoran los animales, así que usa su imaginación para llevarlos a un safari o una selva mágica. Pueden hacer la postura del perro estirando bien la espalda, el gato arqueando su columna o el león rugiendo con fuerza sacando la lengua. Esto les ayuda a moverse sin darse cuenta de que están “haciendo yoga”.
2. Historias en movimiento 📖
El yoga puede convertirse en un cuento. Puedes guiar una historia donde exploran una isla perdida, se convierten en árboles fuertes en medio de una tormenta o en mariposas que despiertan de su capullo. Cada parte de la historia se acompaña de una postura. Así, en lugar de «hacer yoga», están viviendo una aventura.
3. Respiración de la abeja (Bhramari pranayama) 🐝
Una técnica perfecta para calmar la mente. Pide a los niños que tapen sus oídos con los dedos y emitan un zumbido como el de una abeja al exhalar. Esto crea una vibración relajante que los ayuda a centrarse.
4. El juego de la estatua de yoga 🎶
Mientras suena música, los niños pueden moverse libremente y, cuando se detiene, deben quedarse en una postura de yoga (como el guerrero o la montaña). Es una forma lúdica de mejorar la coordinación y la conciencia corporal.
5. La postura del árbol y el viento 🌳💨
Hacer la postura del árbol es mucho más divertido si les dices que imaginen que son árboles con raíces profundas y que una fuerte ráfaga de viento los mueve. Unos días pueden ser árboles fuertes e inamovibles; otros, flexibles y danzarines.
Un yoga que acoge a todos los niños
En Yoga Sin Fronteras creemos en un yoga accesible para todos los niños, sin importar sus habilidades o circunstancias. La práctica puede adaptarse a cualquier necesidad:
🔹 Para niños con TDAH o dificultades de concentración: Respiraciones profundas y posturas que trabajen la estabilidad (como la del árbol o el guerrero) pueden ayudar a mejorar la atención.
🔹 Para niños con ansiedad o estrés: Técnicas de respiración y relajaciones guiadas les enseñan a calmarse y reducir la tensión.
🔹 Para niños con movilidad reducida: Se pueden adaptar las posturas usando sillas o trabajando con el movimiento de brazos y respiración consciente.
El yoga no es un reto físico, sino una oportunidad para que cada niño se escuche y se exprese sin miedo a hacerlo «mal».

Si quieres aprender más sobre yoga para niños
Si quieres empezar a introducir el yoga en la infancia y conocer posturas sencillas que pueden practicar, te recomendamos leer este artículo de Twinkl, donde compartimos nuestra visión sobre la importancia de esta práctica.
Y si eres profesora de yoga, docente o profesional del ámbito infantil y quieres aprender a enseñar yoga a niños de manera inclusiva, respetuosa y creativa, en Yoga Sin Fronteras ofrecemos una formación especializada en Yoga para Niños, donde aprenderás a adaptar la práctica a cada niño, crear sesiones dinámicas y desarrollar herramientas para fomentar su bienestar emocional y físico.
Descubre más sobre nuestra formación aquí: Yoga para niños y adolescentes.
El yoga no busca que los niños sean más flexibles o que hagan la postura perfecta. Busca que se sientan bien en su cuerpo, que sepan que está bien estar nerviosos o tristes y que puedan encontrar herramientas para regularse.
En un mundo que les empuja a ser más y hacer más, el yoga les ofrece un respiro: un momento donde simplemente pueden ser.
Referencias:
Butzer, B., Ahmed, K., Khalsa, S. B., & Hescox, J. (2016). Yoga in the school setting: A research review. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, 2016, 1-7. https://doi.org/10.1155/2016/2712802
Gothe, N. P., Khan, I., Hayes, J., Erlenbach, E., & Damoiseaux, J. S. (2019). Yoga effects on brain health: A systematic review of the current literature. Frontiers in Psychiatry, 10, 1-19. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2019.00672