Las jornadas largas y el trabajo sedentario pasan factura: tensión en cuello y hombros, dolor lumbar, fatiga visual y, sobre todo, una sensación de agotamiento constante. En sectores donde el trabajo implica cuidar de otras personas —hospitales, centros educativos, entidades sociales—, el cansancio físico y mental se acumula más rápido.
La buena noticia es que no hace falta una hora de gimnasio ni una sala de yoga para empezar a sentir alivio. Con solo 10 minutos al día de yoga en silla, tu equipo puede mejorar su bienestar laboral, liberar tensión y recuperar energía para seguir rindiendo sin sacrificar su salud.
¿Por qué yoga en silla?
El yoga en silla es una adaptación de la práctica tradicional que se realiza sentado o usando la silla como apoyo. Está pensado para que cualquier persona pueda practicarlo, sin importar su edad, condición física o experiencia previa.
Además:
- No requiere cambiarse de ropa ni interrumpir demasiado la jornada.
- Se puede practicar en cualquier despacho, aula o sala de descanso.
- Evita lesiones al estar adaptado a las necesidades reales de los trabajadores.
Tres ejercicios que tu equipo puede probar desde mañana
- Respiración consciente (2 minutos) Sentados con la espalda recta y pies en el suelo, cerrar los ojos y llevar atención a la respiración. Inhalar por la nariz en 4 tiempos, exhalar en 6. Beneficio: reduce el estrés y mejora la concentración.
- Estiramiento de columna y hombros (3 minutos) Entrecruzar los dedos y estirar los brazos hacia arriba. Mantener la espalda recta y, al exhalar, inclinarse suavemente hacia cada lado. Beneficio: libera tensión en cuello y hombros, mejora la postura.
- Torsión suave (3 minutos) Con las manos en los reposabrazos, girar el torso hacia la derecha, mirar por encima del hombro y mantener 3 respiraciones. Repetir a la izquierda. Beneficio: activa la circulación y alivia la zona lumbar.
Con solo 8–10 minutos, el equipo siente un cambio inmediato: más ligereza, menos dolor y una mente más despejada.
No se trata solo de mover el cuerpo. El valor está en adaptar la práctica a cada persona, de forma que tanto la administrativa con dolor de espalda como el educador que pasa 6 horas de pie puedan participar. Este enfoque inclusivo es el que aplicamos en Yoga Sin Fronteras, y es lo que marca la diferencia entre una sesión que “queda bonita” y un programa que genera un verdadero impacto en el bienestar laboral.
💡 Si quieres implementar esta práctica en tu empresa y empezar a cuidar de tu equipo sin interrumpir su jornada, accede a nuestra Guía Esencial de Yoga en Silla, con secuencias listas para usar, paso a paso y adaptadas para todos.
Con ella, mejorarás la salud y la motivación de tu equipo mientras contribuyes a nuestra labor social, llevando el yoga inclusivo a quienes más lo necesitan.